Schön, Donald describe como en medicina se sigue con la idea de formar por medio de un proceso que empieza con el conocimiento de las ciencias básicas, sigue con las prácticas de supervisión clínica, en donde se aprende la aplicación de técnicas basadas en la investigación a los problemas de diagnóstico, el tratamiento y la prevención. En la jerarquía de este proceso estarían en último término las habilidades técnicas de la práctica cotidiana.

Sabemos, dice el autor, que esto no coincide con la concepción actual de la educación, donde cada vez es más cuestionada la idea de que la investigación académica da como resultado un conocimiento profesional "útil" y que, dicho conocimiento es suficiente para resolver las demandas de la práctica de la vida real.

Para la adquisición del denominado "arte profesional" deberíamos pensar en algún tipo de combinación del aprender haciendo de los alumnos (como se realiza en las escuelas de Bellas Artes), en las interacciones con los tutores y los otros compañeros y en un proceso más difuso de "aprendizaje experiencial".

Los formadores debemos guiar a los estudiantes en el aprendizaje reflexivo, ayudándoles en el reconocimiento y aplicación de reglas, hechos y operaciones estándar, luego guiándolos en el razonamiento de los casos problemáticos a partir de las reglas generales propias de la profesión, y sólo después podrán ellos mismos desarrollar y comprobar nuevas formas de conocimiento y acción allí donde fracasan las categorías y las formas familiares de pensar.