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Esta diapositiva ilustra la distribución de patrones de bebedores peligrosos, por género, en los Estados Unidos, y sirve como una guía para las políticas sobre el alcohol y su prevención. UN amplio rango de políticas pueden afectar el consumo de alcohol y otras conductas relacionadas al alcohol, y pueden tener importantes influencias sobre resultados de salud pública. En los Estados Unidos, leyes, regulaciones y jurisprudencia se enfoca en varios aspectos del uso del alcohol yendo desde los impuestos al alcohol a las conductas afectadas por el alcohol, como el beber y manejar. Investigación científica ha identificado varias políticas relacionadas al alcohol que tienen efectos significativos sobre los resultados de salud pública. Ejemplos de estos incluyen una reducción en el número de muertos por accidentes de tráfico (aumentando la edad mínima para beber a 21 años, reforzando los castigos por beber y manejar, más estrictos), una reducción en el abuso infantil y enfermedades de transmisión sexual (al aumentar los impuestos sobre las bebidas alcohólicas), e incrementando el acceso a programas de tratamiento por alcohol (Financiamiento de la provisión de atención en salud mandada por el Estado). En general, las políticas sobre el alcohol son diseñadas para servir a individuos en todos los niveles de la vida a través de la reducción de los peligros y prevención de las enfermedades o traumatismos relacionados al alcohol.